ELECTRONEUROGRAFÍA
Fundamento:
Para conseguir el movimiento, el cerebro envía impulsos eléctricos que se tranmiten por los nervios hasta los músculos. Estos estímulos viajan por el nervio a través de unos "cables" internos denominados Axones. Para un funcionamiento correcto, los nervios deben tener un número determinado de axones y los mpulsos deben viajar por ellos a una velocidad determinada. Existen numerosas patologías que alteran el número de axones del nervio o la velocidad a la que viajan los impulsos eléctricos en su interior. La Electromiografía es una prueba que valorará el número de axones y la velocidad de conducción de los nervios periféricos.
Cómo se realiza:
El estudio consiste en la estimulación de un nervio periférico mediante la aplicación de un estímulo eléctrico en distintos puntos de su recorrido y recoger el impulso que llega al final del mismo mediante unos sensores colocados en el músculo. Estos sensores pueden estar situados en la superficie de la piel, sobre el músculo, (electrodos de superficie) o en el interior del mismo (electrodos de aguja).
La señal recogida es procesada en un ordenador que la transforma en una curva en al que se puede medir la velocidad de conducción del nerivo y la cantidad de impulso que llega, lo que se comparará con los datos de normalidad.
ELECTROMIOGRAFIA
Fundamento:
Cuando el impulso nervioso llega por el nervio periférico hasta el músculo produce una reacción eléctrica en él, que finaliza con la contracción muscular. La actividad muscular será más o menos intensa dependiendo de la intensidad del estímulo que llega y de la cantidad de fibras musculares existentes en el músculo.
Existen enfermedades musculares que provocan una pérdida de fibras en el músculo, lo que se traduce en una menor actividad eléctrica. Además, la disminucion mantenida de la cantidad de estímulo que llega al músculo, como ocurre en numerosas enfermedades neurológicas periféricas, termina provocando una atrofia y una pérdida de fibras musculares.
Por otro lado, la ausencia de estímulos nerviosos en el músculo, provoca la aparición de una actividad eléctrica espontánea en el mismo.
Cómo se realiza:
El estudio consiste en la recogida de la actividad eléctrica del músculo mediante unos sensores colocados en el interior del músculo. Estos sensores son agujas muy finas que se clavan en el músculo y captan la actividad muscular, tanto en reposo como durante la contracción muscular.
La señal eléctrica recogida es transformada, mediante un ordenador, en una gráfica que será interpretada por el neurofisiólogo en base a unos datos de normalidad.